miércoles, noviembre 26, 2014

Que pena...


Nunca duermo 
a pesar de estar siempre cansada
me da igual
dormir o deambular.

Ya no como nada
excepto lo imprescindible 
ya no como
y me da igual.

Con cada palabra 
que escribo 
me muero un poco
entonces voy a escribir más

así ya se acaba
de una buena vez
este desfile de tristezas ignorantes
que es la vida.

Qué pena
ya todo me da igual
y quién le importa
si a mí tampoco.

Conozco cada grieta
y centímetro del techo
porque paso horas mirándolo
casi sin pestañear 

y entonces escucho
que gritan/ me gritan
y no puedo distinguir qué dicen
qué importa, si siempre es igual.

El otro día me dijeron 
que siempre estaba resolviendo
o más bien tratando de resolver
problemas ajenos

y que no dejaba entrar 
a los demás 
en mis problemas
enterrándolos en silencio

y yo digo que es al revés 
que no quiero 
que mis problemas
entren y entierren a los demás

y por eso mis problemas 
también me dan igual
no me preocupo por ellos
y los dejo estar.

Ya me da igual
estar o no estar
tener o no tener 
salir o no salir.

Ya me da igual
estar viva o no
estar muerta o no
si supongo que no hay diferencia.

Ya me da igual
sentir esta rutina como una ruina
sentir esta tristeza que está y a veces se esconde 
y sentir como una molestia el corazón latiendo.

Qué pena
ya todo me da igual
y quién le importa
si a mí tampoco.